Entrevista de Sergio Fernández a Alba Calvo | Gonzalo Pamies
Alba Calvo, traductora de videojuegos y docente en el título de Especialista en Traducción para la Industria del Videojuego de la UVigo fue nombrada recientemente vicepresidenta de la asociación videoxogo.gal, que representa al grueso de esta industria en Galicia.
Han constituido esta nueva junta hace menos de un mes. ¿Cómo ha sido ese proceso?
Ha sido bastante rápido porque surgió como un proyecto con gente de la industria con muchas ganas de un cambio, de hacer cosas nuevas. A mí me llegó una llamada de Rubén, el presidente, proponiéndonos este proyecto. Nunca había estado involucrada y nunca se me había pasado por la cabeza estarlo, pero la verdad es que sonó muy bien la idea de proponer una candidatura con un aire fresco para darle a esta asociación que realmente es importante a nivel gallego, porque es el paraguas bajo el que se resguardan todas las empresas, profesionales, o estudiantes incluso, que están o quieren dedicarse a esto. La idea es cubrir esas necesidades que había, aprovechando obviamente la labor previa del equipo directivo anterior. Queremos encender la mecha de algo que esperemos que sea algo bonito, que se haga con ilusión.
Esta nueva junta directiva nace con el ánimo de englobar un poco a todo el sector, desde la traducción hasta el desarrollo, incluso a empresas auxiliares.
Sí, de hecho eso era algo que teníamos muy claro desde el principio, abrirnos a toda aquella empresa o profesional, o incluso estudiantes en formación. Que puedan participar de las actividades, y eventos de la asociación. Y un poco también contemplar todos los perfiles. Lo decíamos el otro día, el videojuego es multidisciplinar. Está el desarrollo, que es por lo que más se conoce, pero en el desarrollo de un videojuego participan muchísimas personas con perfiles distintos que van desde la programación, el diseño de niveles, el diseño de personajes, el guión, la narrativa, la localización, la traducción, el control de calidad… Qué menos que contemplar a todos. Otro de los puntos clave es tenderle la mano a todo el sistema universitario gallego, porque hasta ahora se ha colaborado con la Universidad de A Coruña, sobre todo, pero la idea también es, trabajar con la USC y la UVigo e intentar hacer algo grande.
¿En qué estado está ahora mismo el videojuego en Galicia?
El mayor problema ahora es que hay mucho talento, hay muchas posibilidades de crear, pero al no haber una industria vertebrada, somos compartimentos estancos ahora mismo. Necesitamos una red, algún sitio al que acudir, ayudas, etc. para intentar retroalimentarnos entre todos. Ahora mismo lo que ocurre en Galicia es que aquel que quiere dedicarse a esto, al final acaba huyendo fuera de Galicia, incluso fuera de España, y montándose el estudio fuera, porque hay más facilidades a nivel fiscal, y de subvenciones y cada uno tiene que buscarse la vida como mejor puede. Es una pena que eso ocurra, porque hay talento, yo lo he visto, y tengo muchos compañeros y amigos que se dedican a esto y que lo hacen con muchísima ilusión, pero siempre nos acabamos lamentando de lo mismo, de la falta de apoyo.
Ya han tenido podido reunirse con el conselleiro José López. ¿Qué conclusiones han sacado?
Muy buenas sensaciones, hemos visto que desde la Xunta también están receptivos, que quieren apostar por este medio e intentar hacer cosas con nosotros.
¿Qué objetivos se marcan a medio plazo?
En el equipo tenemos todos muchas ganas y nos desbordan las ideas, pero somos conscientes de que cada uno tiene su trabajo, por lo que hay que ir haciéndolo paulatinamente dentro de lo que cabe. Estamos en la fase de ponernos en contacto con las empresas, profesionales e instituciones para presentar nuestras líneas de acción. Hay muchas cosas muy interesantes sobre la mesa ahora que todavía no se pueden decir, pero si salen pueden suponer un antes y un después para la industria del videojuego en Galicia. Además, a medio y corto plazo nos gustaría organizar algún tipo de encuentro o hacer ya alguna aparición en algún evento.